Escrito en Enero 1991, en Madrid, por Julio Pérez, quien está ahora muy enfermo, como sabéis.
«No hago otra cosa que pensar en ti,
No hago otra cosa que pensar en tu amor,
Quisiera ser como un amante fiel
Para obtener tu complacencia.
Mis esperanzas reposan en ti
Y mis anhelos ver tus atrios, Dios.
Para alcanzar tu gracia y tu perdón
Y conseguir la vida eterna.
Mi pensamiento se concentra en
Ver las maravillas de tu Creación.
Para decirle al mundo entero ven,
Ven a mirar tanta hermosura.
Mi vocación está en servirte a ti.
Y tus trabajos son tu obra en mí
Y mis esfuerzos siempre habrán de ser
Mi buen Jesús para agradarte.
Mi vida entera pertenece a ti.
Hazme vivirla en tu servicio, Señor.
Para poder gozarme en contemplar
La Gran ciudad, Celeste Patria.
Tu Santo Espíritu rebosa en mí,
Y me encamine hacia la santidad.
Para llevar a las almas verdad,
Amor y fe, misericordia.
Manda a tus siervos con tu gran poder
Y que las almas puedan comprender
Que solamente en Jesús tendrán
Descanso, paz y vida eterna».